TAMAÑO DEL ARCHIVO | 8,79 MB |
ISBN | none |
FECHA | none |
Índice >> Este árbol, Platero; esta acacia que yo mismo sembré, verde llama que fue creciendo, primavera tras primavera, y que ahora mismo nos cubre con su abundante y franca hoja pasada de sol poniente, era, mientras viví en esta casa, hoy cerrada, el mejor sostén de mi poesía.